Con la victoria de los demócratas en la cámara baja surge la posibilidad de investigaciones interminables, obstrucciones a las políticas de Trump.

El presidente Donald Trump el miércoles celebró que los republicanos retuvieron el control del Senado y al mismo tiempo amenazó a los demócratas, que consiguieron en dominio de la Cámara de Representantes, con represalias en caso de que inicien investigaciones contra su gobierno. 

“Si los demócratas creen que van a malgastar el Dinero de los Contribuyentes investigándonos a nosotros a nivel de la Cámara De Representantes, pues nos veremos obligados igualmente a considerar investigarlos a ellos por todas las filtraciones de Información Clasificada y muchos otros temas, al nivel del Senado. ¡Ese juego es para dos!”, escribió el mandatario. 

Con la victoria de los demócratas en la cámara baja surge la posibilidad de investigaciones interminables, obstrucciones a las políticas de Trump y nuevas dudas sobre su poco ortodoxa coalición política. 

Aun así el presidente celebró los avances a nivel del Senado, y dijo que los candidatos que perdieron fue porque se distanciaron de él: 

"Los que se aliaron conmigo en estas increíbles Elecciones de Mitad de Período, aferrándose a ciertas políticas y principios, tuvieron excelente desempeño. Los que no lo hicieron ¡Adiós!” escribió Trump en su tuit en que sin embargo no menciona el hecho de que su propio partido perdió el control de la cámara baja. 

"Ayer tuvimos una Gran Victoria, ¡A pesar de la presión de la Prensa Hostil!", añadió. 

Luego se anunció que más tarde el miércoles el presidente ofrecería una conferencia de prensa. 

Trump permaneció en silencio durante gran parte de una noche electoral. A última hora de la noche, publicó un escueto tuit: "Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!". 

Horas más tarde, el mandatario escribió: "¡Ahora podemos volver al trabajo y hacer cosas!". 

Trump telefoneó a la líder demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, una conversación que, según su oficina, incluyó una felicitación y un guiño a su apuesta por el bipartidismo. 

Consideradas ampliamente como un referéndum a la presidencia de Trump, las elecciones del martes arrojaron un resultado dividido que reveló profundas tensiones entre el electorado estadounidense, un distanciamiento que podría aumentar fácilmente en dos años de reparto de poder. La agresiva campaña de Trump, que surtió efecto en algunas victorias clave, sugiere que el mandatario seguirá confiando en la confrontación. 

La victoria demócrata en la Cámara les da capacidad de iniciar investigaciones contra el presidente y obstaculizar su agenda. 

La vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, minimizó los posibles logros demócratas. 

"Quizás haya una ola, pero no creo que haya una oleada azul”, dijo a reporteros, resaltando algunas victorias republicanas tempranas. 

Sobre el hecho de que los republicanos mantengan el control del Senado, la portavoz señaló que era "un gran momento y una victoria para el presidente". 

La Casa Blanca ha estado haciendo hincapié sobre las aciagas perspectivas históricas que enfrentaba: en las tres últimas décadas, 2002 fue la única elección de mitad de legislatura en la que el partido que gobernaba logró más banc

Trump pasó la noche electoral siguiendo los resultados con su familia y amigos en la Casa Blanca. 

Casi el 40% de los electores votaron para expresar su oposición al presidente, según AP VoteCast, una encuesta a nivel nacional, mientras que alrededor de un 25% señaló que votó para mostrar su apoyo a Trump. 

La oposición a Trump resultó ser un factor más motivador para los demócratas que el respaldo al mandatario para los republicanos. Sin embargo, los votantes republicanos tendían a respaldar mayoritariamente al presidente. 

as en el Senado. Y solo en dos ocasiones en los últimos 80 años, el partido del presidente logró nuevos escaños en la Cámara en estos comicios.