Los servicios de inteligencia ha seguido de cerca los movimientos de Soleimaní desde hace años y la idea de asesinar a Soleimaní surgió en 2017.

El presidente Donald Trump, autorizó el asesinato del poderoso general iraní Qasem Soleimaní, hace siete meses, siempre y cuando el aumento Irán provocara la muerte de algún ciudadano estadounidense, informó hoy la cadena de televisión NBC.

 El canal, que cita a cinco funcionarios y exfuncionarios del Gobierno, precisa que la orden presidencial se produjo en junio pasado y exigía que el mandatario estampara su firma definitiva sobre cualquier decisión específica de matar a Soleimaní.

 Según la fuentes consultadas por la NBC, esa autorización explica por qué el asesinato de Soleimaní estaba entre las opciones que el Ejército presentó a Trump hace dos semanas para responder a un ataque de milicias chiíes proiraníes en Irak que acabó en la muerte de un contratista de EE.UU. y heridas a cuatro soldados.

Las fuentes señalaron al canal que en junio pasado el entonces asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, instó al presidente a que respondiera al derribo de un dron por parte de Irán dando luz verde a una operación para matar a Soleimaní; lo que fue respaldado por el secretario de Estado, Mike Pompeo.

 Sin embargo, Trump lo rechazó con el argumento de que solo tomaría esa decisión si Teherán cruzaba su línea roja, es decir, si asesinaba a algún estadounidense.

 Una persona conocedora de esa conversación precisó a la cadena que el mensaje de Trump era que "eso solo estaría sobre la mesa si (los iraníes) atacaban a estadounidenses".

 Los servicios de inteligencia ha seguido de cerca los movimientos de Soleimaní desde hace años y la idea de asesinar a Soleimaní surgió en 2017 durante las discusiones entre el asesor de Seguridad Nacional de Trump en aquel momento, el general retirado Herbert Raymond McMaster, con otros funcionarios, pero "no se consideraba como el primer movimiento" contra Irán, dijo una de las fuentes a NBC.

 La idea cobró fuerza con la llegada de Bolton, uno de los principales defensores de un cambio de régimen en Irán, a la Casa Blanca tras la marcha de McMaster. 

 Bolton abandonó el puesto en septiembre -Trump afirmó que lo despidió, mientras que Bolton aseguró que había dimitido- por desacuerdos entre ambos por Irán y otros asuntos.

 Soleimaní fue asesinado el pasado 3 de enero en una operación militar del Pentágono con un dron en las proximidades del aeropuerto de Bagdad.

Esta acción llegó días después de que un contratista estadounidense perdiera la vida en un ataque contra una base militar, al que Washington respondió con una acción contra posiciones de la alianza de milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, que dejó 25 muertos en sus filas. 

 En represalia, miembros y seguidores de esas milicias asaltaron la embajada de EE.UU. en Bagdad, lo que fue seguido del ataque estadounidense contra Soleimaní y otros altos mandos y líderes de la Multitud Popular.