El presidente del Comité Internacional de las Paralimpiadas, Andrew Parsons (derecha) y el portavoz del comité, Craig Spence, hicieron el anuncio el jueves.

Enfrentados con la amenaza de retiros y una creciente animosidad en la Villa de Deportistas, los organizadores de los Paralímpicos de Invierno revirtieron curso el jueves y expulsaron a los deportistas de Rusia y Bielorrusia.

El cambio de posición se produjo menos de 24 horas después que el Comité Paralímpico Internacional anunció que permitiría que los rusos y los bielorrusos participasen cuando los Juegos abran el viernes, pero solamente como neutrales, sin colores, banderas y otros símbolos nacionales, debido a la invasión a Ucrania.

Los paralímpicos en Beijing, que siguen a los Juegos Olímpicos invernales, cierran el 13 de marzo.

“La guerra ha llegado ahora a esos juegos y tras bambalinas muchos gobiernos están teniendo una influencia en nuestro querido evento”, dijo el presidente del Comité paralímpico Andrew Parsons en una conferencia de prensa el jueves al anunciar la suspensión. “Estábamos tratando de proteger los juegos de la guerra”.

Dijo que el comité subestimó la reacción negativa de permitir que los rusos y los bielorrusos compitiesen, incluso como neutrales. La Villa de los Deportistas, que Parsons esperaba fuese un sitio de armonía, es descrita ahora como un polvorín.

Y no fueron solamente los ucranianos quienes resintieron la presencia rusa y bielorrusa, sino el resto de los participantes.

“No tenemos reportes específicos de agresiones ni nada así”, dijo Parsons. “Pero había un ambiente muy, muy volátil en la Villa. Fue una escalada muy rápida que no pensábamos sucedería. No pensábamos que delegaciones completas, o incluso equipos dentro de delegaciones, se retornarían, boicotearían, no participarían”.

La primera instancia ocurrió cuando Letonia dijo que su equipo de curling se negaría a jugar contra los rusos en un partido de su grupo.

El portavoz el Comité Paralímpico, Craig Spence, describió un cambio marcado en apenas 12 horas de deportistas, administradores y políticos. Dijo que lo que se decía era “ahora estamos pensando en irnos. No vamos a jugar”.

“Eso amenaza la viabilidad de este evento. Es un cambio enorme”, dijo Spence. “La atmósfera en la Villa no es placentera”.

Persons dijo que espera una respuesta legal de los comités paralímpicos ruso y bielorruso, que es lo que temía el miércoles cuando falló que sus deportistas podrían competir como neutrales. La apelación casi seguramente ocurrirá en el Tribunal de Arbitraje del Deporte, en Suiza.

El CPI se une a deportes como el fútbol, el atletismo, el baloncesto o el hockey en su veto a los deportistas de Rusia y Bielorrusia.

El Comité Olímpico Internacional presionó el lunes a las distintas federaciones deportivas que excluyeran a los deportistas rusos de las competencias internacionales, pero dejó la decisión final en manos de cada organismo. El COI ha tardado en tomar medidas contra Rusia, permitiendo la presencia de sus deportistas en las cuatro citas olímpicas celebradas desde la de Sochi, cuando se destapó un escándalo de dopaje patrocinado por el estado.

Parsons se dirigió también a los deportistas expulsados de las competencias.

“A los deportistas paralímpicos de los países afectados: lamentamos mucho que se hayan visto afectados por las decisiones que sus gobiernos tomaron en la última semana al incumplir la tregua olímpica. Son víctimas de las acciones de sus gobiernos”.