Los equipos que disputaran la Serie Final de la NBA cuentan con ocho jugadores que adquirieron durante los pasados drafts.

San Francisco. Cuando Steve Kerr ve la forma en que los Celtics de Boston construyeron un equipo capaz de pelear por el campeonato, percibe muchas similitudes con los pasos que siguieron los Warriors de Golden State para llegar a las Finales de la NBA en el 2015.

Boston construyó su base a través del draft, seleccionando a Marcus Smart, Jaylen Brown y Jayson Tatum en un periodo de cuatro años entre 2014 y 2017, y agregó las piezas necesarias para cubrir las deficiencias este año y llegar a las Finales.

Este jueves, en el primer duelo de las Finales, Boston se medirá con los Warriors de Kerr, que disputarán su sexta serie por el cetro de la NBA en ocho años, liderados por Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.

“Tradicionalmente así es como deben funcionar las cosas en la NBA”, reconoció Kerr. “Si miras a través de los años, normalmente cultivas un equipo con el draft, superas los problemas camino a la postemporada, avanzas y llegas a las Finales. Nuestro equipo se construyó de alguna manera igual, creo que esto es bueno para el deporte”.

Ese enfoque contrasta una tendencia en ascenso en la liga: La contratación de megaestrellas por parte de los equipos que intentan construirse en la agencia libre o con canjes y no en el draft.

Ambos equipos cuentan con ocho jugadores que llegaron en el draft. De acuerdo con ESPN, éstas son las primeras Finales desde Chicago-Utah en 1998 en que los tres mejores anotadores de los playoffs de cada equipo debutaron en sus equipos actuales.